Arlt, Roberto
 

Vivió las primeras cuatro décadas del siglo XX con la inquietud por contemplar los cambios que se avecinaban. En sus 42 años dejó novelas, cuentos, obras de teatro y una buena cantidad de notas periodísticas. Recorrió todos los géneros narrativos para marcar una bisagra en la historia de la literatura argentina. En su casa se hablaba el alemán, en el barrio porteño de Flores. Su padre, Karl Arlt, era prusiano y su madre, Ekatherine Lobstraibitzer, austrohúngara. Dos regiones que a principios del siglo estaban buscando su lugar en el mapa europeo. Esa confusión se trasladó al joven Arlt desde muy joven. Se fue de su casa a los 16 años y pasó por diferentes trabajos, hasta que ingresó a una biblioteca y comenzó a colaborar en periódicos barriales. Se perfilaba su profesión de periodista y escritor.          

En 1926 publicó su primer libro, El juguete rabioso, cuyo personaje Silvio Astier aspira a ser poeta como Baudelaire y bandido como Rocambole, haciéndose eco de la complejidad de esos años de entreguerras. Ya en esa novela incluye el voseo, la madeja inmigratoria de las grandes ciudades, las confrontaciones ideológicas. Una auténtica novela moderna. Luego editó las novelas Los siete locos (1929), Los lanzallamas (1931) y El amor brujo (1932), los cuentos de El jorobadito (1933). Y en 1941 publicó El criador de gorilas, su segundo libro de cuentos. También fue autor de varias obras de teatro, como Trescientos millones (1932), Saverio, el cruel (1936) y La isla desierta (1938).

Murió el 26 de julio de 1942, de un paro cardíaco, luego de unas vacaciones de invierno en Córdoba. Quedó pendiente un viaje a Estados Unidos como corresponsal del diario El mundo y sus estudios de piano. En octubre de ese año nació su segundo hijo, Roberto, a quien no llegó a conocer. Su otra hija, Mirta, fue quien custodió su obra, hasta su muerte, en 2014 a los 91 años.